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SALA DE AJEDREZ SE LLENÓ DE ENTUSIASMO Y ESPERANZA


SALA DE AJEDREZ SE LLENÓ DE ENTUSIASMO Y ESPERANZA

La sala de ajedrez, ubicada en el Estadio Nacional, fue la sede del Festival Deportivo como parte de la clausura del programa de Escuelas de Iniciación Deportiva ICODER-PANI-MIDEPOR-FCACR.

El evento contó con estudiantes de tres de las 10 escuelas que mantiene activas la FCACR, de un proyecto que arrancó a principio de año con el objetivo de tenderle la mano por medio del deporte a aquella población en riesgo social.

La respuesta para el deporte ciencia fue positiva y la actividad de este martes 10 de diciembre lo deja en evidencia. Asistieron niños de Salitre, Purral y San Francisco de Heredia.

Las 9 de la mañana fue la hora pactada para el inicio del torneo que estuvo a cargo de Neeshmy Núñez y contó con la presencia de los entrenadores Mauricio Arias y Carlos Barrios, quienes son parte del staff de entrenadores con los que cuenta la FCACR para desarrollar el programa de Escuelas de Iniciación Deportiva ICODER-PANI-MIDEPOR-FCACR.

De un pronto a otro la sala de ajedrez se llenó de entusiasmo y esperanza, con niños que sueñan con un día jugar la disciplina al más alto nivel. De momento saben que están iniciando con el aprendizaje, pero hoy no solo mueven las piezas, sino que saben analizar las jugadas y poner en jaque al Rey.

Julián Ramírez, seleccionado nacional Sub 11, jugó una simultánea con los niños de Salitre, quienes agradecieron los consejos que recibieron.

No podía faltar el tour por las instalaciones del Estadio Nacional, ya que muchos no conocían la Joya de La Sabana y se llevaron una grata impresión, así lo evidenciaron muchos de los niños en sus rostros cuando caminaron por la pista de atletismo, cuando pasaron por la cancha con un verde reluciente y cuando ingresaron a los camerinos. Paseo que estuvo a cargo de Marta Solano y Andrea Sánchez, representante del Ministerio del Deporte, quienes dicho sea de paso dirigieron unas palabras a los niños para impulsarlos a seguir adelante en el ajedrez.

Al final cada uno fue acreedor de una medalla como reconocimiento al esfuerzo que hicieron durante todo el año aprendiendo a jugar ajedrez, y dejando lo mejor de sí para un día seguir en este deporte.

Los niños estuvieron encantados con el evento y las muestras de agradecimiento a todas las personas que hicieron posible el evento fue el claro ejemplo.