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APRENDIÓ A JUGAR AJEDREZ PARA GUIAR E IMPULSAR A SUS HIJOS


APRENDIÓ A JUGAR AJEDREZ PARA GUIAR E IMPULSAR A SUS HIJOS

“Me ayudó a ponerme en los zapatos de ellos”, dice con orgullo Andrés Fauz.

Por Rodrigo Murillo Arce

Apoyar e impulsar a un hijo en la disciplina deportiva que le gusta es una tarea titánica para un padre. Significa encontrar el tiempo necesario para llevarlo a los entrenamientos y torneos. Pero, si son cuatro hijos que practican ese deporte, la labor es mucho más compleja.

Es el caso de Andrés Fauaz, un padre orgulloso de que sus hijos jueguen ajedrez.

Desde un inicio entendió que el deporte ciencia reparte innumerables bondades. Por eso lo primero que hizo fue aprender a jugarlo para luego trasmitir el interés a sus retoños.

Este domingo 20 de junio, “DÍA DEL PADRE”, queremos resaltar el trabajo de esos padres que se multiplican y se esfuerzan el doble para que sus hijos tengan una buena educación en todos los ámbitos y que sigan el camino del deporte.

“En mi caso primero quise dedicar tiempo para aprender a jugar y así guiarlos de mejor manera. Eso me ha ayudado también a ponerme en los zapatos de ellos y ver que no es un deporte para nada sencillo.  Siempre trato de recordarles que deben entrenar ojalá a diario si quieren seguir progresando y hago lo posible para llevarlos a todos los entrenamientos y torneos que se puedan. Un aspecto que ha facilitado mucho esta tarea es el gran apoyo recibido por parte del Comité Cantonal de Deportes de Escazú y de su profesor Francisco Hernández”.

El quehacer diario no ha sido sencillo, pero al final de cuentas a Andrés lo llena saber que sus hijos, Matías, Tobías, Sara y Mónica, están cómodos y felices practicando un deporte que los apasiona y que les enseña un abanico de valores y beneficios cognitivos.

“Ha sido una labor muy bonita el ir aprendiendo junto a ellos todos los aspectos de este gran deporte. El verlos progresar con el paso del tiempo después de todo el esfuerzo y horas dedicadas es algo muy gratificante”, contó a la página web de la Federación Central de Ajedrez el feliz padre.

“Al acompañarlos a los torneos he podido experimentar de primera mano muchos de los aspectos positivos del ajedrez, entre ellos el esfuerzo que se hace por parte de todas las familias para que los diferentes niños y jóvenes puedan participar de los torneos, el compartir experiencias con otros padres y madres de ajedrecistas y la socialización que se da por parte de todos los participantes y cómo independientemente de los resultados todos los que participan la pasan muy bien”, agregó.

A nivel familiar el reto fue mayúsculo, ya que les tocó organizarse y buscar el tiempo adecuado para sobrellevar una rutina de trabajo, entrenamientos, torneos y pasar tiempo en familia.

“Uno de los aspectos satisfactorios ha sido ver que todo el esfuerzo y tiempo invertido tiene sus frutos y que éstos van más allá del ajedrez y que benefician áreas como el proceso de aprendizaje y socialización. Ver también a varios de mis hijos representar a Costa Rica en torneos internacionales ha sido muy gratificante. Tuvimos que modificar la rutina semanal familiar para incluir los tiempos para entrenamiento y los torneos de los fines de semana”.

Reconoce que “en la parte de logística a veces toca multiplicarse para asegurarse que todos practiquen y puedan asistir a entrenamientos y torneos en sus categorías correspondientes, sin embargo, una de las ventajas es que la mayoría de los torneos incluyen diferentes categorías por edades, lo que facilita el que todos puedan participar”.

Con satisfacción recordó que, a su hijo mayor, Matías, le enseñó a jugar ajedrez cuando tenía tres años de edad. Luego lo metió en clases en el Comité Cantonal de Deportes y Recreación.

“Así fue como Matías empezó a participar formalmente en entrenamientos y torneos. Luego mis otros hijos conforme fueron creciendo al ver a su hermano mayor jugar ajedrez se fueron interesando y seguimos el mismo proceso de que ingresaran a clases y participaran de torneos”.

De parte de la FCACR felicitamos a Andrés y a todos los padres de Costa Rica, especialmente a los que están inmersos en la disciplina, por su empeño y apoyo para que sus hijos se desarrollen en el deporte ciencia.