fbpx

FELIPE FERNÁNDEZ: “DESDE EL 2003 INICIÉ MI VIAJE POR EL REINO DEL AJEDREZ”


FELIPE FERNÁNDEZ: “DESDE EL 2003 INICIÉ MI VIAJE POR EL REINO DEL AJEDREZ”

Un viaje de 17 años inmerso en el mundo del ajedrez… son los kilómetros que acumula el Maestro Nacional, Felipe Fernández, entre torneos en el país, en el extranjero, en los libros y entrenamientos en línea.

Un camino que tomó en el año 2003, cuando su primo Manuel Alejandro le enseñó a mover las piezas de ajedrez. Tenía 9 años para entonces, sin sospechar que ese día quedaría marcado por una disciplina que le apasiona, a tal punto, que le brillan los ojos cuando habla de la misma.

Su entusiasmo es notorio cuando le toca comentar del deporte ciencia. Recuerda que Manuel lo llevó a la biblioteca de Santa Ana para que recibiera clases de ajedrez,

“Ahí conocí a los encargados, Álvaro Morales y Víctor Hugo Ávila, a ambos les tengo mucho aprecio, con Víctor sigo estando en contacto y somos muy buenos amigos, desde el 2003 inicié mi viaje por el reino del ajedrez, mis mejores amigos de ahora los conocí en ajedrez, llevamos por ahí de 15 años de amistad, algunos un poco más, otros menos, he jugado infinidad de torneos, y he hecho infinidad de amigos de otros cantones y países”, cuenta Fernández a la página web de la FCACR.

Su abuelo, don Ricardo Fernández, fue quien lo terminó de empujar en un “reino” que considera maravilloso, en el que disfruta al máximo moviendo las piezas y enfrentando a diferentes oponentes.

“Mi abuelo fue jugador de ajedrez allá por 1959, jugó en primera división, en ese momento no era tan sencillo llegar ahí, mi abuelo me enseñó estrategias avanzadas, me enseñaba las aperturas, los campeones mundiales, me recomendó leer los libros de Roberto Grau, sí, son libros muy viejos, aprendí mucho de él, cuando yo ya subí el nivel recuerdo que me dijo, ya le enseñé lo que tenía que enseñarle, no volveremos a jugar, y así fue, mi abuelo nunca más volvió a jugar conmigo, cuando termino un torneo y tengo partidas que me gustan, voy y se las muestro a mi abuelo”.

Fernández tiene muy claro cuáles son sus prioridades y aunque el ajedrez lo lleva en la sangre, la música lo cautiva con la misma intensidad. Por eso regresó a la universidad para terminar la carrera de música.

El estudio le demanda mucho tiempo, lo que le impide dedicarse al ajedrez al 100% como lo hacía años atrás. Por ejemplo, en el 2016 y 2017 se metió de lleno en los libros y estudio para conseguir el título de MN, un sueño de niño.

Es consciente que en un deporte tan demandante si no se entrena de forma adecuada se retrocede, así que intenta ser disciplinado con el tiempo para rendir tanto en la U como en la disciplina que le inyecta un grado alto de adrenalina, como cuando “estoy en apuros de tiempo y el rancho en llamas”.

Así que traza como meta a corto plazo “retomar el entrenamiento de manera más constante, a mediano plazo me gustaría recuperar el nivel que tenía antes y poder continuar subiendo y a largo plazo obtener el título de Maestro Fide”, contó el ajedrecista, quien abriga el sueño de representar a Costa Rica en una Olimpiada de Ajedrez; “en estos momentos suena la patriótica costarricense”, vacila Felipe.

Tiene claro que para optar por el título de MF ocupa alcanzar 2300 de Elo internacional, “y estoy bastante lejos, ya para llegar a ese nivel se necesita un entrenamiento más fuerte, tener mejor compresión y profundidad del juego y jugar con jugadores fuertes, es difícil pero no imposible”, enfatiza el jugador de 28 años de edad.

En su mente guarda como un preciado tesoro tres de los muchos logros que ha acumulado en el deporte ciencia.

“Los tres tienen el mismo valor. Uno fue obtener el título de Maestro Nacional, porque siempre recuerdo que cuando inicié comentaba con mis amigos, ‘qué bueno ese jugador de segunda división’, después cuando lográbamos llegar a segunda división comentábamos, ‘qué bueno ese jugador de primera división’, yo y dos amigos más logramos llegar a primera división por fechas parecidas y al igual que antes comentábamos, ‘que fuertes los maestros nacionales, ya la diferencia de nivel para llegar es mayor, se necesita dedicarle un poco más al ajedrez y ser constante con los resultados, y lo conseguí’”.

El otro recuerdo que atesora fue cuando jugó la final Absoluta de Costa Rica: “Siempre había sido mi sueño jugar una final absoluta de Costa Rica, en el 2016 tuve la oportunidad de jugar, pero no me fue posible, en ese mismo 2016 tuve uno de mis mejores años y logré clasificar para la final de 2017, fue una muy buena experiencia, tuve partidas interesantes. Recuerdo que empecé con una victoria y después tuve 5 derrotas seguidas, logré ganar en la 7ma ronda e hice 3.5 de las últimas 5 rondas, quedé de 7mo de 11 jugadores”.

Y tiene presente la medalla de oro que consiguió en los Juegos Universitarios Centroamericanos 2018: “Aunque este torneo no es tan fuerte, para mi significa mucho, ya que iba representando a la Universidad Nacional y también a Costa Rica, yo soy muy patriótico, entonces me llena de orgullo ganar algo para mi universidad y mi país”.

Del ajedrez lo apasiona que siempre hay combinaciones nuevas en los muchos movimientos con 32 piezas y 64 casillas.

“Cuando estaba joven recuerdo que estudiaba mucho, me encantaba leer libros, los primeros que leí fueron los 4 tomos de Roberto Grau, con esos logré llegar a primera división, después empecé a estudiar música en 2011, esto me quitó todo el tiempo, había momentos que estudiaba 8 horas música, dejé de jugar y mi nivel empezó a caer, en el 2015 volví con ganas de jugar y entrenar, Mauricio Arias me ayudó en ese momento y logré subir mi nivel y mi Elo máximo de ese momento. En el 2016 y 2017 entrenaba bastante, tenía la meta de llegar a Maestro Nacional, desde el 2019 ha bajado mi intensidad, siento que he llegado la parte del estancamiento y ahí estoy tratando de salir, este año no le he dedicado al entrenamiento, estoy enfocado en otras cosas, cuando uno llega a cierto nivel si no sigue entrenando con la misma intensidad no se puede mantener”.

AMIGABLE Y CHARLATÁN

Felipe se define como una persona “amigable, soy calmado, me gusta hablar demasiado y soy un poco charlatán, siempre busco el momento exacto para molestar a alguien en un torneo, cuando estoy jugando la partida me veo muy serio y me gusta hacerle mala cara al rival, me defino como alguien leal a mis amigos”.

¿Se ha imaginado a qué deporte se hubiera dedicado si años atrás no conoce el ajedrez? “No he pensado en eso, me gusta mucho el fútbol, pero nunca estuve en ningún equipo, solo de mejenguero, un deporte que sí me gusta demasiado es el tenis de mesa, simplemente me divierte demasiado, no puedo pensar una vida sin jugar al ajedrez”.

Parte de su día lo dedica a dar clases de ajedrez en el Colegio ILPPAL y forma parte de la Asociación de Ajedrez de Santa Ana.

“Ya antes había dado clases de música, me gusta mucho enseñar, y así fue como empecé a dar más clases e investigar de cómo se debía de enseñar. En el 2018 ingresé al Colegio ILPPAL, ahí empecé con un seminario de ajedrez, en la segunda mitad del año se estaba haciendo promoción para la apertura de la escuela ILPPAL 2019, recuerdo que estaba en la soda del colegio y le dije al director Juan Bautista Castro: ‘Juancito, que bonito hacer en un futuro en la escuela como en otros países, que el ajedrez está como una materia más del curso y la reciben todos los grupos’; él me miró y me dijo inmediatamente, ‘delo por un hecho’. Inicié en la escuela en el 2019, fue una experiencia nueva y muy enriquecedora, fue todo un éxito, no miento al decir que les gusta a todos. Ese mismo año fuimos con la escuela y el colegio al primer torneo de los chicos y el colegio quedó en primer lugar como institución, el ILPPAL me ha dado mucho apoyo para poder capacitarme, gracias al ILPPAL pude recibir el curso de entrenadores de la FIDE y recibir una licencia como Instructor FIDE. También formo parte del ajedrez de Santa Ana, ahí tengo la posibilidad de ayudar y entrenar a chicos que iniciaron igual que yo. Debo decir que, si no fuese por el ILPPAL y la Asociación de Santa Ana, no podría vivir lo que estoy viviendo en estos momentos como entrenador y profesor de ajedrez”.

Por último, señala que mantener la humildad es una de las claves de vida, así que no quiso perder la oportunidad de agradecer a las personas que lo han acompañado en el viaje de 17 años en el mundo del ajedrez.

Quiero aprovechar para mencionar y agradecer a las personas que han estado conmigo en este camino de ya 17 años en el ajedrez, primero a mis amigos de la infancia, José Pablo Quirós(Josito), Oscar Montes (bombi), Jimmy Herrera (fla), Juan José Rivera (Juanjillo), Cristián Ramírez (almecigo), Melisa Ramírez (la hermana de Cristian), María José Herrera (mi árbitra favorita), Fabián Jiménez Rojas ( Fabi), estos son mis amigos más viejos, de los más ‘’nuevos’’ quiero saludar y agradecer Sergio Durán, Oscar Angulo, Tania Regla Hernández (mi mamá negra ¡Azúcar!), Leonardo Valdés, con Leo comparto demasiado, le tengo una gran estima y aprecio, él fue mi entrenador cuando logré llegar a Maestro Nacional, siempre pasamos hablando de ajedrez, nos hemos quedado hasta las 2 de la mañana jugando ajedrez en subway. Finalmente agradecer a las personas que Dios ha puesto en mi camino en estos tiempos y que, aunque no sean de ajedrez, me apoyan y aconsejan demasiado. ¡Gracias a todos!”.