EL COVID LOS ATRAPÓ JUGANDO AJEDREZ EN REPÚBLICA CHECA
*Carlos Araya, Fernando Sáenz, Juan León Jiménez, Jorge Rovira, Jaime Vaglio y Eduardo Piza portaban la bandera tricolor en el Campeonato Mundial Senior cuando se vieron sorprendidos por el nuevo coronavirus.
Con la ilusión de colocar la bandera nacional lo más alto posible en el Campeonato Mundial Senior, viajaron el pasado mes de marzo un grupo de seis entusiastas costarricenses.
Fernando Sáenz, Carlos Araya, Juan León Jiménez, Jorge Rovira, Jaime Vaglio y Eduardo Piza conformaron la delegación tica presente en el torneo. Ellos participaron en la categoría +65 años en el evento que inició el 6 de marzo y que completaría 9 rondas.
El objetivo de los costarricenses era claro: mejorar la posición número 20 en que fueron colocados de inicio.
De entrada, la motivación se apoderó del conjunto nacional al convertirse en el primer equipo de Latinoamérica y el Caribe en participar en un torneo senior de más 65.
El debut fue ante su similar de Alemania. Para entonces todo en el itinerario previsto de viaje y competencia marchaba con normalidad.
Cada uno de ellos llegó a Praga en diferentes vuelos, encontrándose el día 5 en el punto pactado. Solo Vaglio y su esposa arribaron un día después.
Los ticos, concentrados en la estrategia y plan de juego previsto, ni sospechaban verse atrapados por una pandemia lejos de casa, con las dificultades que eso representó para regresar al país.
Sin embargo, de un pronto a otro todo cambió. Antes de comenzar la sexta ronda se percataron de que algo no andaba bien, al encontrarse diferente la sala de juego.
“Empezamos en un solo salón todos los equipos, pero el día de esa ronda, el gobierno prohibió que hubiera zonas con más de 100 personas. Debido a ello, separaron en 3 salas el salón, con paredes removibles y programaron así la ronda”, contó a la página web de la FCACR el ajedrecista Carlos Araya.
Subrayó que “antes de la ronda se nos indicó de los cambios y la razón, todos los presentes lo entendieron y no hubo mayores inquietudes. Se pensó que estaba bien”.
Pero lo peor estaba por venir. La ronda 7 se atrasó porque la organización pasaba por cada sala comunicando la suspensión del evento por la propagación de casos positivos con Covid19 en Europa y otros países del mundo.
“Como equipo fueron 7 rondas, teníamos un plan previo para jugar todos 8 rondas cada uno, sino había algo especial, y que Fernando Sáenz que estaba de suplente jugara 4 rondas. Esto lo íbamos cumpliendo, pero sucedió la detención del torneo”, señaló Araya.
Jaime Vaglio, quien actuó como entrenador previo y durante el torneo, sostuvo: “Fue una sorpresa y a pesar de la comprensión de la medida, resultó no muy grata, porque el objetivo era jugar y tratar de mejor la posición que llevábamos hasta ese momento”.
El Campeonato Nacional Senior se extendería hasta el 14 de marzo, en el caso de la categoría +65 fueron 51 equipos de 18 naciones.
Carlos relató el momento en el que se dan cuenta que el torneo, al que acudieron con tanta ilusión, quedaba suspendido. Momento en el que se les vino el mundo encima todavía sin conocer a detalle lo que sucedía por la propagación de la pandemia, y las carreras que tendrían horas después para cambiar itinerarios de viaje establecidos, ya que aprovecharían para vacacionar después del Mundial.
“Nosotros no sabíamos previamente nada, de tal forma que nuestros contrincantes ya tenían en sus manos unos pergaminos de participación y nos indicaron que jugarían ese día y se retiraban, eso fue lo que entendimos. Luego ya vimos que otros estaban hablando al respecto y nos enteramos que seguro iban a suspender el torneo. Cuando nos tocó el turno de los organizadores en nuestra sala, indican que ese día el gobierno había enviado nuevas directrices y se debían
suspender actividades con más de 30 personas, y entonces por esa orden debían suspender el torneo, de tal forma, que con los resultados que se obtuvieran ese día, así sería las posiciones finales”.
Confesó que “de parte nuestra un poco desilusionados, porque teníamos una meta y pensamos que lo íbamos a lograr al final del torneo, y realmente queríamos jugar, estábamos con esas ganas”.
Juan León Jiménez recordó que “cuando el torneo se inaugura había solo 3 casos en ese país y para el 12 de marzo, cuando se detiene, por orden del gobierno
checo, había 40”.
Fue entonces cuando el momento de tomar decisiones llegó, pensando en regresar cuanto antes al país ante la preocupación del cierre de fronteras en diferentes partes del mundo.
“Nos reunimos a ver que íbamos a decidir, todavía no se habían cerrado fronteras, pero al día siguiente ya en Praga se cerraron todos los negocios, dejando solo farmacias y supermercados abiertos, así como comida solo para llevar.
En ese momento no se habían cerrado fronteras, de nuestra parte Jorge Rovira expresó que se venía de inmediato y otros expresamos que esperaríamos, pues teníamos salida hasta el 15 o 16 tanto del hotel como viajes a otros países, según la planificación de cada uno. Luego se adhirió Fernando Sáenz con Rovira y con ayuda de sus familiares aquí, buscaron vuelo de regreso, comprando otros tiquetes de viaje. Luego Jaime Vaglio se puso nervioso y manifestó su deseo de venirse también, pero finalmente no pudo hacerlo y finalizó su itinerario vía Londres.
Eduardo Piza tenía sus planes también de visitar otros lugares con su familia que reside en Europa, pero debió suspenderlos y regresó vía Zurich, también adelantando su regreso”, apuntó Araya.
Relató que “para Juan León fue el más complicado pues por trabajo debía ir al regreso a Hawaii, pero se cerraron las fronteras y aeropuertos en Estados Unidos, de tal forma que regresó de último. Después de un periplo que lo llevó a Londres, Irlanda, etc.”
En su caso señaló que “se complicó un poco porque mi regreso era a través de Alemania, pero de regreso de Turquía donde tenía planeado visitar y de lo cual ya todo estaba cancelado, incluso hoteles, etc. Revisé lo que sucedía, pero en eso indican que no podían viajar los que hubieran estado en los últimos 14 días en ciertos países incluidos Alemania, pero en ese momento teníamos 12 días y no lo cumplíamos (entonces nos hubieran devuelto). En ese momento todavía había vuelos solo en dirección Estambul a Alemania. Pero el día 16 ya los suspendieron. Ante este panorama, ya era problemático además que estaba con mi esposa.
Ese día empezamos a ver con la aerolínea y nos dicen que no podíamos regresar antes hasta el día que estaba el tiquete de regreso, de lo contrario, debíamos comprar tiquete de regreso cada uno ($1700 c/u) solo para el regreso. Empecé a buscar opciones y casi no había, y las pocas que había pasaban casi todas por España y ya eso era un caos allí.
Finalmente, encontré un vuelo que se abrió de un momento a otro, saliendo de Praga vía Amsterdam, de esa forma era lo más directo. Como experiencia, si lo compraba solo de regreso estaba alrededor de $1700 y entonces tomé la opción de viaje completo (ida y vuelta), de tal forma que el costo es menor casi la mitad (aproximadamente $925 c/u). Inmediatamente lo compré por internet y regresamos el 17 de marzo a Costa Rica”.
Por días la preocupación invadió a la delegación costarricense, principalmente porque de forma acelerada las opciones de vuelos de regreso disminuían.
EXPERIENCIA ÚNICA
Para la mayoría de miembros de la delegación haber participado en el Campeonato Mundial Senior, aunque se suspendió de forma abrupta, es una gran experiencia, con lo que suman un torneo más a sus extensos currículos como ajedrecistas.
“En general es una bonita experiencia siempre el participar en torneos de este tipo, en nuestro grupo, todos hemos participado de torneos internacionales en el pasado y más como Rovira, Vaglio y yo, en torneos senior individuales, y en el pasado incluso en selecciones nacionales y hemos tenido participaciones en olimpiadas mundiales, de tal forma, que ya uno sabe lo que puede esperar.
En cuanto a lo sucedido con la pandemia, es importante tomar decisiones a tiempo, para evitar verse apurado luego y tener más problemas luego. Fue a su vez una experiencia donde casi todos debimos perder dinero con viajes ya reservados luego, así como el hecho de comprar nuevos tiquetes sin tenerlo presupuestado”.
Para Vaglio, “Competitivamente fue agradable porque el rendimiento del equipo fue aceptable a pesar de que era la primera vez que se participaba en ese tipo de eventos, teniendo de meta tratar de no bajar del lugar inicialmente ocupado”.
Eduardo Piza fue franco en su opinión: “Realmente se trató de una mala experiencia, en un torneo mal organizado, corriendo un peligro mayúsculo el cual era absolutamente previsible de antemano por los organizadores. Cada uno de nosotros gastamos mucho dinero en realizar este viaje, que resultó en un
completo fracaso. Por dicha y de milagro, logramos regresar a Costa Rica sin habernos contagiado de COVID-19”.